CONFERENCIA sobre Joaquin Rucoba, por Alberto Tellería

ASOCIACIÓN AMIGOS DEL PATRIMONIO DE

Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo nació en en el barrio de Tarrueza el 13 de enero de 1844. Desde niño, como consecuencia de la profesión de militar que ejercía su padre, residió en Madrid donde, tras estudiar la segunda enseñanza ingresó en 1863 en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, en la que permaneció hasta 1869 en que obtuvo su título.
Tras un año de permanencia en la localidad guipuzcoana de Vergara, donde ejerció como profesor en la Escuela de Maestros de Obras se traslada en 1870, a Málaga para ocupar el puesto de arquitecto municipal por espacio de trece años. Durante su estancia en esa ciudad, promovió y materializó una amplia transformación urbanística figurando entre sus obras más significativas la Plaza de Toros de «La Malagueta», el Mercado de Alfonso XII o «Las Atarazanas».
De Málaga, se trasladó a Bilbao donde desempeñó en sus primeros tres años de estancia de los diez que allí residió, el puesto de Arquitecto Jefe de la sección de Obras Municipales. Entre los proyectos más relevantes de Rucoba durante su permanencia en Bilbao figuran el nuevo Ayuntamiento y el Teatro Arriaga.
En una nueva estancia en Madrid, entre los años 1893 y 1896, proyecta el Asilo de las Hermanitas de los Pobres en el barrio de Argüelles y el hoy semiderruido Frontón «Beti-Jai», el más antiguo de cuantas instalaciones similares existen en el mundo, que se alza en la calle Marqués de Riscal del madrileño barrio de Chamberí, catalogado desde 2011 como Bien de Interés Cultural sobre el que hoy, gracias al trabajo intenso y sostenido de colectivos sociales, ciudadanos anónimos y arquitectos, se abren nuevas vías de luz y pervivencia.
En su amplia itinerancia por distintos puntos de España al margen de los ya citados, Cantabria también es reflejo de su cualificación arquitectónica y su variopinto concepto urbanístico. El Palacio Episcopal de Santander y el Convento de las Salesas, actual sede del Tribunal Superior de Justicia también en la capital cántabra forman parte de este elenco de obras del insigne arquitecto pejino.
Colindres, Castro Urdiales, Medio Cudeyo, Torrelavega y un sinfín de localidades de Cantabria junto a su Laredo, acogen aún hoy en mayor o menor medida parte de sus actuaciones urbanísticas. Aquí en Laredo y junto a otros proyectos que tan solo quedaron plasmados sobre plano al no materializarse por distintas causas su ejecución, contamos con las antiguas Escuelas del “Doctor Velasco”, hoy Casa de Cultura a las que se suman el antiguo Matadero, cuya fachada original pervive en la hoy reconvertida piscina municipal. De su mano surgió igualmente el diseño del antiguo Asilo Hospital y los trabajos iniciales de proyección del Mercado de Abastos, cuyo rediseño ulterior y ejecución de obra sería encomendada con posterioridad al arquitecto castreño Eladio Laredo.
Joaquín Rucoba falleció en 1919, el 18 de abril; sus restos descansan en la Ermita de Santa Ana de Tarrueza, heredada de sus antepasados y que él mismo restauraría convirtiéndola en panteón familiar en 1891.

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